domingo, 24 de noviembre de 2013

El nuevo libro de Bridget Jones me reconcilia con el mundo…




Llevo una temporada enfuruñada… Por unas cosas, por otras…  Enfuruñada, muy enfuruñada… Crisis, paro, injusticias, médicos,  frío, recortes, lumbalgia, tonterías varias… Vamos un panorama bonito tras el verano.

Pero el otro día cayó en mis manos el último libro de Bridget Jones Loca por él. Al principio me enfadé: ¿pero cómo puede Helen Fielding cargarse a Mark Darcy? Por Dios, ¡qué catástrofe para sus incondicionales lectoras! Porque para mí y seguro que para muchas otras lectoras Mark Darcy era el hombre perfecto para las cabezas locas como Bridget: tranquilo, reposado, decidido, un caballero… Pero también lo que tanto nos molesta: insensible, altivo, frío, poco expresivo… Ese hombre que dobla los calzoncillos antes de acostarse (una costumbre que ataca nuestros nervios).


Leo el capítulo en el que el profesor del hijo de Bridget después de echarle una charla, le da un papel advirtiéndole que el niño tiene piojos y me reconcilio inmediatamente con el mundo. Así de simple. Bridget corriendo para llevar a los niños al colegio, Bridget eliminando piojos y liendres de pelos, sábanas y almohadas, Bridget confesándole a su novio de 30 años que hay piojos, polillas y hormigas en su casa, Bridget sola recogiendo los vómitos de sus hijos con gastroenteritis por la noche, cambiando sábanas a las tres de la mañana…  Y me doy cuenta de que Bridget madre es mucho más parecida a mí que Bridget soltera (excepto en que yo no pruebo el alcohol y ella cuando puede se pone ciega…). Bridget Jones madre se desvive por sus hijos, les adora... Aquella mujer que soltó a Mark Darcy: "No sé esquiar, no hablo latín, mis piernas llegan hasta aquí (muy cortas) y sí, siempre voy a ser un poco gordita". Ya no solo vamos a ser siempre "un poco gorditas" y no sabremos esquiar sino que Bridget madre también es un caos desbordado y constante. Inmediatamente me solidarizo como supongo que todas las madres lectoras del libro.

En un país en el que Ambiciones y reflexiones de Belén Esteban arrasa en las librerías (atónita escucho que está ya escribiendo la segunda parte y que está contando lo que no ha largado en la tele en todos estos años…), en el que se quitan las letras del letrero del Teatro Fernando Fernán Gómez coincidiendo con el aniversario y luego se vuelven a reponer a las pocas horas (imprescindible leer el artículo de Elvira Lindo Nuestro Fernando), en el que algunos se sorprenden porque la gente no se acostumbra nunca a estar en paro eternamente ¿?, en el que todo el mundo habla de política y economía sin tener mucha idea (yo la primera la verdad) y en el que proliferan los tertulianos televisivos que saben de todo…, leer como Bridget Jones sale del lado oscuro en el que le ha dejado la vida tras la muerte de Mark Darcy tengo que reconocer que me reconcilia con el mundo. Un soplo de aire fresco. 

Solo espero que en las más de trescientas páginas que me quedan por leer del nuevo libro aparezca de nuevo el canalla Daniel Cleaver y el mundo vuelva a ser el mundo por unas horas y yo por un tiempo deje de estar enfurruñada ;). 

Y nada, os dejo hasta la próxima que tengo que bajar a buscar una tienda en domingo que no tengo fideos para la sopa de cocido...

Nota: Un día de estos dedicaré un post a los piojos, esos grandes desconocidos que viven entre nosotros... Y pronto mi post contra que la Navidad dure ahora dos meses...




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